Dónde encontrar fósiles

¿Hay dinosaurios en mi jardín?: Dónde encontrar fósiles

Una de las preguntas que nos suelen hacer en nuestras charlas es dónde encontrar fósiles.

La mayoría de niños, y no tan niños, creen que para encontrar un fósil hay que excavar muy hondo, muy hondo y que, tarde o temprano, darás con uno. Así que si disponemos de un trocito de jardín, una buena pala y mucha paciencia, todo es ponerse manos a la obra, ¿no? A lo mejor tienes un T-Rex debajo del rosal. Bueno, sentimos ser portadores de malas noticias, pero no, no tienes un fósil de T-Rex debajo del rosal, no te pongas a cavar.

En primer lugar, porque no hay fósiles en todas partes. En segundo lugar, porque no hace falta cavar muchísimo para encontrarlos. Y, en tercer lugar, porque lo más probable es que nos estés leyendo desde España y aquí nunca vivieron los T-Rex. Pero vamos a desarrollar un poco más estos conceptos.

Dónde encontrar fósiles

Cómo se forman las rocas

Quizá recordéis del cole los tres tipos de rocas que existen en el planeta… Vale, las repasamos por si acaso. Grosso modo, las rocas se pueden dividir en tres grupos según su origen: ígneas, metamórficas y sedimentarias. Las ígneas son producto del enfriamiento y solidificación del magma. A veces, el magma se solidifica bajo la corteza terrestre dando lugar a rocas como el granito y, otra veces, se enfría en contacto con la atmósfera como pasa en la erupción de un volcán. Un ejemplo de estas últimas sería el basalto. La formación de rocas ígneas es fácil de entender. Los otros dos tipos, en cambio, tienen un ciclo de gestación algo más complejo aunque, sin duda, fascinante.

Las rocas metamórficas se forman cuando las rocas ígneas, sedimentarias u otras metamórficas, son sometidas al calor, humedad y presión durante largos periodos de tiempo. Las rocas metamórficas se forman al estar a bastante profundidad porque necesitan presiones de entre 900 y 15.800 atmósferas. A partir de 6 atmósferas, los seres humanos ya no podemos respirar y el récord soportado bajo el agua con respiración asistida está en 21 atmósferas. Imaginad la presión que necesita una roca metamórfica para formarse. El mármol es una roca metamórfica, por ejemplo.

Por último, tenemos las rocas sedimentarias, formadas por la acumulación de materiales o partículas (incluidas las de origen biológico) en condiciones subaéreas o subacuáticas, tanto marinas como lacustres. El yeso o la caliza son ejemplos de rocas sedimentarias. Como veis, nada que ver con la dureza del mármol. Pues bien, las rocas sedimentarias son las que nos interesan porque son las únicas que contienen fósiles.

Dónde encontrar fósiles

Fósil: ¿hueso o piedra?

Ya hemos dicho que las rocas sedimentarias se formaban por la compactación de detritus diversos: minerales provenientes de la descomposición de todo tipo de rocas (especialmente las metamórficas), compuestos diversos resultado de las reacciones químicas de estos minerales al entrar en contacto con el agua y el aire y, esta es la parte que nos interesa,  la acción de elementos biológicos. Bacterias,  protozoos, algas, hongos, plantas y animales, contribuimos a la formación de nuevas piedras metabolizando sustancias mientras vivimos e incorporando nuestros restos al ecosistema al morir.

¿Entonces, cómo se forma un fósil y qué relación tiene con este tipo de rocas? Primero de todo, necesitamos un ser vivo o un rastro de su actividad vital. Nos vale un dinosaurio, claro, pero también sus huellas, sus huevos o sus cacas. Cualquier forma de vida y su rastro es susceptible de fosilizar. Hay fósiles de bacterias, de invertebrados diminutos, de plantas de todos los tamaños, de túneles de gusanos marinos o de panales de avispas. Incluso hay vómitos fosilizados. Mola, ¿verdad? Pero vamos a quedarnos con el cadáver de un animal vertebrado para que sea más fácil visualizar mentalmente el proceso. Vamos al lío.

Nuestro amigo dinosaurio ha muerto y lo ha hecho cerca del mar, de un río o de un lago suficientemente grande como para arrastrar sedimentos. El cadáver empieza su ciclo normal de descomposición, pero, a la vez, comienza a cubrirse de partículas minerales y orgánicas arrastradas por el agua. Si ese acúmulo de materiales y sustancias se mantiene inalterado, poco a poco, el cadáver en descomposición queda enterrado bajo una capa de “cosas” que a simple vista parecen lodo.

Y, entonces, se produce la magia. Esos sedimentos se compactan para formar un conglomerado y dar lugar a una roca sedimentaria. No es que sea una magia rápida, porque el proceso necesita unos cuantos miles de años, pero, al final, tendremos un fósil. Los huesos de nuestro dinosaurio han contribuido también a la formación de la roca y han quedado formando parte de ella. Ya no es hueso en sí. No es un esqueleto sino piedra. Los minerales del hueso han reaccionado con los demás elementos químicos presentes y ya son otra cosa. Pero como los cadáveres tienen la costumbre de no moverse motu propio, la forma del animal, con todos sus detalles, queda impresa perfectamente en la nueva roca sedimentaria. Lo mismo aplica para cualquier ser vivo o su rastro.

En esta impresionante foto de Ryan Peruniak podéis ver a un puma empezando su proceso de fosilización. Si nada o nadie lo mueve de allí en unos cuantos miles de años, su cadáver quedará integrado en la piedra que se formará por el depósito continuo de sedimentos.

Dónde encontrar fósiles

No, los fósiles no son momias

Ya hemos explicado lo que es un fósil, pero no está de más recordar que los fósiles no son momias y que no tienen nada que ver con ellas. En la foto anterior intuimos las partes blandas del puma. Aún conserva la piel y el músculo, pero, con el tiempo, desaparecerán. Los tejidos blandos de un ser vivo no se conservan en el proceso de fosilización. ¿Nunca, nunca?  ¿No se puede fosilizar una momia? Pues… Dejaremos ambas cuestiones para un próximo artículo y volveremos a los fósiles comunes a ver si somos capaces de encontrar alguno.

Los mapas geológicos 

Si queremos hallar un fósil, lo primero que tenemos que hacer es conseguir un buen mapa geológico. En Catalunya, por ejemplo, son gratuitos y los podéis descargar aquí: https://www.icgc.cat/es/Administracion-y-empresa/Descargas/Cartografia-geologica-y-geotematica/Cartografia-geologica/Mapa-geologico-de-Cataluna-1-250.000

Este mapa nos dice qué tipo de roca hay en cada parte del territorio y de cuándo data esa piedra. Para salir a buscar fósiles, en primer lugar, necesitamos roca sedimentaria, así que descartaremos todas las zonas con rocas ígneas o metamórficas. Si tu zona nunca estuvo cubierta o cerca de grandes masas de agua, es complicado que existan depósitos de rocas sedimentarias. Las formaciones geológicas nos dan información de cómo era el territorio y su ecosistema hace millones de años.

En segundo lugar, tenemos que acotar el periodo. Si estamos buscando un T-Rex, necesitamos rocas con una antigüedad superior a los 66 millones de años. Por ejemplo, cerca de donde vivimos nosotros hay una formación de marga arcillosa del Eoceno. Es muy rica en fósiles, pero tienen una edad estimada de unos 34 millones de años. Es imposible que encontremos un dinosaurio allí porque en el Eoceno ya no existían.

Además, como decíamos al principio, no todas las especies de seres vivos del pasado vivieron en todas partes. Encontraremos solo aquellas que existieron en el momento en el que empezaron a formarse esas rocas sedimentarias y los restos se incorporaron a ellas. Volviendo a las margas del Eoceno que tenemos cerca de casa, se formaron en un territorio cubierto por agua salada, así que los fósiles que encontramos son principalmente de bivalvos marinos. Almejitas del pasado, sí (por otro lado, son los fósiles más abundantes en la Península Ibérica ya que lo que hoy es España y Portugal estaba cubierto totalmente por el mar en el Paleozoico, fue un archipiélago en el Mesozoico y un sistema de humedales costeros hasta bien entrado el Cuaternario).

Dónde encontrar fósiles
Europa en algún momento del Cretácico
Bueno, pero ¿cavamos hondo o no?

No. No hay fósiles a grandes profundidades. Si hemos conseguido explicarnos bien en la parte de la formación de rocas, te habrás dado cuenta de que los sedimentos sometidos a grandes presiones se convierten en rocas metamórficas y estas no preservan los restos de vida con definición suficiente como para ser estudiados. Es relativamente habitual encontrar mármoles con marcas de amonites, por ejemplo, pero es algo así como un dibujo hecho en la piedra. Nada que ver con los fósiles que encontramos en margas, rocas arcillosas o areniscas, detalladas impresiones 3D de la vida del pasado.

Dónde encontrar fósiles

Aquí tenéis a un grupo de paleontólogos y paleontólogas en plena excavación. Como veis, no ha hecho falta ninguna retroexcavadora para llegar a los fósiles. Esto tiene una parte buena y otra mala. Por un lado, es relativamente fácil encontrar restos de vida prehistórica si sabes dónde y cómo mirar. La parte negativa es que esos restos están muy expuestos y sometidos a las inclemencias del clima y la destrucción humana. Seguro que millones de fósiles se han perdido por riadas, terremotos, tormentas eléctricas o construcciones humanas.

Excavación paleontológica

Las rocas orgánicas y los fósiles

Un momento, ¿roca orgánica no es un oxímoron? O es de piedra o es orgánico… Bien, en realidad, hace referencia a una piedra formada de cosas que antes estaban vivas. pero no son fósiles en sí. En un próximo artículo desentrañaremos la formación de este subgrupo de rocas sedimentarias (que contribuyen a que lleguemos a final de mes en números rojos, ejem) y responderemos a otra de nuestras preguntas favoritas: ¿un dinosaurio de plástico está hecho de dinosaurios reales muertos?

Dinosaurio juguete
(Foto: https://www.facebook.com/dinovember/photos/3087471848153783)

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×

Clica y escríbenos por WhatsApp

×

Clica y escríbenos por Telegram