Dinoviembre

Creo que no hay mejor forma de inaugurar nuestro blog que con este importante evento anual. El DINOVEMBER, y no, no es un error de tipeo, no es lo mismo Dinoviembre que Dinovember y, a su vez, sí lo es. Os lo explicamos a continuación.

¿Qué fue primero?

Pues ni Dinovember ni Dinoviembre. Lo que lo empezó todo fue Inktober. Pero antes vamos a comenzar hablando un poco de nomenclaturas.
Dino- viene de dinosaurio abreviado, y -november/-noviembre no tiene mucha pérdida, ¿verdad? Del mes de noviembre. Y con Inktober nos encontramos con Ink- que es tinta en inglés y -(o)ktober, del mes de octubre en inglés.
Ya sabiendo qué significa, volvamos al origen. Y es que fue allá por el año 2009 que Jake Parker, profesor y profesional en ilustración y animación, escritor y que ha trabajado en grandes productos audiovisuales como Titan A.E., Horton Hears a Who!, Ice Age: Dawn of the Dinosaurs, Rio y Epic, propuso un reto.

(foto: https://www.facebook.com/jakeparkerart)

El reto era muy simple: publicar diariamente una ilustración, a ser posible hecha a tinta (o al menos así fue al principio) utilizando el hashtag #inktober para generar difusión y que más personas se unieran al reto. Además, se creó un “calendario” donde se daba una norma a cumplir en la ilustración del día. Con el tiempo, “la norma” se convirtió en algo voluntario, ya que el objetivo era fomentar el dibujar como actividad y costumbre.

(foto: https://inktober.com/rules)

Tuvo muchísimo éxito. Al hashtag de #inktober se le unió también el de #inktober20XX que iba actualizándose cada año, ya que cada 1 de octubre se realiza este evento por redes. Y no fue el único, pues poco a poco surgieron más retos así.
Algunos, centrados en una época o evento en especial del año como el #drawlloween, que se realiza durante Halloween. En momentos de pandemia y confinamiento, el importante #tussenkunstenquarantaine, llenó las redes sociales y los hogares de todos de obras de arte vivas. Y muchos otros que siguen, cambiando la temática, la misma mecánica de Inktober de realizar publicaciones diarias sobre algo. Por ejemplo, sirenas durante el mes de mayo con el #mermay. O el #dinovember en noviembre.

(Fotos: https://abigaillarson.com/drawlloween/      https://www.laveletaorientada.com/retos/    https://www.instagram.com/tussenkunstenquarantaine/ )

¿De dónde surgió la idea?

Los culpables fueron la pareja Susan Tuma y Refe Tuma. Según han explicado en diversas entrevistas, pues su evento se realiza en más de sesenta países cada noviembre, todo comenzó en un 2013 común y corriente en el que, cansados de ver a sus hijos constantemente enganchados a todas las pantallas que hubiera por la casa, decidieron hacer algo para “desintoxicarlos”. Aunque sólo fuera por un mes.
Durante la noche, cuando sus hijos dormían plácidamente, se encargaban de planificar y escenificar las situaciones más variopintas, y realmente muy fotogénicas como podéis ver en su Facebook de Dinovember, utilizando simples dinosaurios de plástico.

Desde interrogatorios a una Tortuga Ninja a momentos de lo más caóticos. Todos ellos con la intención de introducir algo de “magia” y aventura en las vidas de esos niños y así separarlos del mundo virtual hacia el real y familiar.
Obviamente, dichas fotografías inundaron Internet y la iniciativa se convirtió en un reto para el mes de noviembre. Nació #dinovember y también la fama para esta pareja actualmente en Kansas.

Del reto infantil a la ciencia y el arte

Siempre que hablamos de “dinosaurios de juguete”, que son los principales involucrados en el reto original del Dinovember, lo asociamos directamente a algo infantil o dirigido a los niños. Y sí, ciertamente el objetivo del Dinovember original era ese: fomentar en los niños, y no tan niños, la creatividad, la imaginación y el uso de aquello que menos esperarías usar en crear una escena de lo más increíble usando tus dinosaurios de plástico.
Pero no todos los dinosaurios que tenemos por casa son juguetes o son para niños. De hecho, incluso, pueden gustarte los dinosaurios y no tener ninguna representación de uno en tu casa salvo en libros. O arte.
Y es que aquí volveríamos a Inktober y lo que motivó su presencia en redes. Si hay quienes dibujan temática de Halloween o sirenas durante mayo, ¿por qué no dinosaurios? Y que mejor momento que en noviembre, siguiendo la ola del mes de los dinosaurios creada por los Tuma. Pero… Diferente.
Realmente no hay una fecha clara en la que se produjo la “división” entre el dinovember, llamémoslo, “clásico” creado por los Tuma y el “paleontológico/artístico” que surgió en paralelo salvo que, evidentemente, fue durante un mes de noviembre. Y, probablemente, no muy lejano al noviembre de 2013 que inició el reto.
Y es que, investigando un poco, hemos encontrado registro de la “vertiente artística” del Dinovember original en noviembre de 2014. Ya veis que no esperaron mucho para subirse al carro. Utilizaban como hashtag #drawdinovember para diferenciarse de las publicaciones marcadas como #dinovember. Y, básicamente, se seguía la misma mecánica implementada por otros retos artísticos de seguir un calendario de publicaciones, en este caso sobre dinosaurios, y llenar el mes de arte.

(Foto: https://www.brynnart.com/)

Con el tiempo, debido a la gran variedad de calendarios para participar tanto en el Dinovember como en el Drawdinovember, los límites se fueron cruzando y todo fue más improvisado e inclusivo.
Salvo que el diseñador del calendario lo especificara de algún modo, un mismo animal elegido para un día determinado podía ser representado de cualquier forma. Los aportes artísticos dejaron de ser únicamente “dibujo/draw” y evolucionó a cualquier otra forma de ilustrar e incluso a cualquier otra disciplina artística. Escultura, modelismo, fotografía, entre otras.
Ese enriquecimiento fusionó de algún modo ambos retos, haciendo que al publicar se empezaran a utilizar todos los hashtags indistintamente de optar más por una modalidad u otra. Una forma, en el fondo, de hacer más visibles las publicaciones.
¿Y dónde entra la ciencia en todo esto? Pues en algo muy sencillo: viene de la mano al paleoarte, siempre y cuando el artista decida abrazarla. El paleoarte, para entendernos, es toda aquella representación artística de algo que tenga que ver con la paleontología. Pintar al óleo un grupo de saurópodos alimentándose, por ejemplo, es paleoarte. Arte, en definitiva.

(Foto: https://www.artstation.com/joanna_kobierska)

Y es que dependerá de lo “científicamente correctos” que sean los datos que represente ese óleo del que hablábamos antes para que esa obra sea más o menos precisa. Habrá, pues, que hacer acopio de datos sobre la anatomía, biomecánica, tamaño y otras múltiples variables, junto con la flora y su estudio paleobotánico para la creación del ecosistema. Todo ello servirá de guía en la elaboración del óleo del ejemplo.
Aunque también es válida la posibilidad de dejarse llevar por la inspiración y las musas y crear algo que, pese a ser quizá de todo menos “científicamente correcto”, represente con total validez aquello que se pide para ese día del reto. Todo depende del artista y se aplica a cualquier disciplina existente. ¿Quién dice que no se puedan representar saurópodos hechos de bolas de helado?

(Foto: https://www.instagram.com/venacarrillustration/)

¿Hay diferencia entre Dinovember y Dinoviembre?

Pues, además de la evidente del idioma, sí, hay diferencia. Y es un tema realmente peliagudo y por el que pasaremos muy por encima, ya que la intención es hablar de ello con mayor extensión en otras publicaciones.
Y es que la paleontología es ciencia de ricos. Sí, reconocemos que hemos  sido contundentes al decir algo así, pero es la verdad y es que, según un reciente estudio realizado por Emma Dunne y Nussaïbah B. Raja publicado en Nature Ecology & Evolution y que podéis leer aquí, cerca del 97% de los descubrimientos fósiles han sido realizados por países de altos ingresos. Lo que hace que puedan permitirse los costes de las expediciones y posteriores excavaciones que quieran sin problemas. Países como Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania y Reino Unido son algunos de los sospechosos más habituales.
Sin hablar ni profundizar, claro está, en los saqueos “burocráticamente legales” que se realizan como los de Europa a nivel internacional. Estos son, posiblemente los más notorios y que se siguen haciendo hoy en día. Algunos países se aprovechan de otros que, muy lamentablemente, por situaciones políticas, económicas, etc., no disponen de equipos locales para encargarse de dichos descubrimientos.
Sin embargo, los hay que sí tienen equipos locales capaces de hacerse cargo y hasta infraestructuras para presentar dichos descubrimientos al público. Sin embargo, no son extraños (suele ser hasta comunes) comentarios por parte de esos “países ricos” tales como “Menos mal que hemos llegado nosotros primero”, “Lo mejor era sacarlo de ahí” o “Esto debería estar en un museo de verdad”, entre otros de la misma índole. Tachan, así, a los lugares originales de “incapaces” y hasta “subdesarrollados” para llevar a cabo una correcta tarea de excavación y preservación del material.
Existen muchos estigmas en la paleontología en particular y en muchas otras ciencias naturales en general. No nos olvidemos de lo descompensado que está el número de descubrimientos realizados por hombres frente a los realizados por mujeres. Pero de ello ya os hablaremos más adelante.
Y es a raíz de esta injusticia constante y que queda presente en, prácticamente, la mayoría de descubrimientos realizados en la paleontología, que se prendió la mecha.

Dinoviembre 2021

Respondiendo a la pregunta anterior sobre si existe una diferencia entre Dinovember y Dinoviembre, diremos que en concepto quizá no y hasta externamente alguien ajeno a ello lo vería igual que otros retos o calendarios de publicaciones. Pero, internamente, no tiene nada que ver.

(Foto: https://www.instagram.com/a_aronrr/)

Y es que todo comenzó como una idea entre tres amigos de hacer un calendario propio de publicaciones para el Dinovember, hasta que, para abreviar un poco el proceso, nos cansamos de bailarles el agua a los angloparlantes, quienes habían monopolizado, y siguen monopolizando, todo lo que tenga interés en la paleontología. Divulgación, arte, productos y hasta algo tan pequeño como el reto del Dinovember.

(Foto: https://www.instagram.com/tiempodetitanes/)

No se puede luchar contra el inglés ni como lengua global ni como vehículo para hacer saber la ciencia en cualquier rincón del mundo, de hecho, no se busca luchar contra ello. Pero con el cambio de nombre, el intentar que los textos de las publicaciones fueran en español y que la comunidad detrás de todas las publicaciones identificadas con el hashtag #dinoviembre2021 fuera hispanohablante, se buscó que hubiera un poco más de reconocimiento hacia una comunidad creciente. Muchos de los países hispanohablantes han sido categorizados, por los antes mencionados “países ricos”, de incapacitados. Y por suerte, poco a poco algunos fuera de la “élite” están cogiendo fuerza con grandes descubrimientos dirigidos por equipos locales, como el reciente Stegouros elengassen de Chile.

(Foto: https://dinoesculturas.tumblr.com/)

Es una comunidad en constante cambio y aumento. Nosotros mismos, por ejemplo, como asociación acabamos de formarnos, pero también buscamos lo mismo: compartir conocimiento y crecer.
En la formación de la comunidad entorno al Dinoviembre2021 siempre se mantuvo esa premisa: compartir. Sé que lo hemos repetido demasiado, pero es de vital importancia en un mundo como el nuestro, invadido por el egoísmo muy a nuestro pesar, el mantener esa llama bien ardiente. Y es que el reto de Dinoviembre volverá con Dinoviembre2022, al igual que volverá el Foro. Posiblemente, es esto lo que más diferencie a este reto Dinoviembre de otros y lo convierte más un evento que un simple calendario de publicaciones.

(Foto: participantes Foro Dinoviembre 2021)

El Foro son una serie de conferencias de temática libre sobre paleontología que se realiza como cierre del mes de noviembre y que sin duda no dejan a nadie indiferente. Desde paleoarte, hasta verdaderas clases magistrales sobre serpientes prehistóricas a la sombra de los dinosaurios.

Todo tiene un comienzo y el del Dinoviembre ha sido este.

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